Viernes de Dolores en Sevilla. Se dice pronto, pero no es una fecha cualquiera. Toda una ciudad -incluso aquellos que no disfrutan tanto- da inicio a la semana, posiblemente, más cuidada del año, la Semana Santa. Este curso, la fecha llega marcada, al menos por los intereses sevillistas, con un parón liguero y la necesidad de resucitar cuanto antes, algo que hace dos años se vivía... aunque con un contexto muy diferente.
Fue el 8 de abril de 2022, también Viernes de Dolores, cuando el Sevilla recibió en el Sánchez-Pizjuán al Granada. Por entonces, el conjunto blanquirrojo era entrenado por Julen Lopetegui y, como sucede actualmente, no era lo feliz que se esperaba.
Aunque en la clasificación estaba a años luz de la actualidad, los de Lopetegui llegaron a la Semana Santa necesitadísimos de victorias, de puntos y de oxígeno para disfrutar de las procesiones. Y lo consiguieron.
Tras una semana con incluso llamamientos de Pepe Castro, por entonces presidente, para llenar el Sánchez-Pizjuán, los pupilos de Julen Lopetegui saltaron al verde con un gran ambiente en el coliseo blanquirrojo.
La camiseta sevillista la defendieron, de inicio, Bono; Navas, Koundé, Diego Carlos, Augustinssón; Jordán, Rakitic; Ocampos, Martial, Tecatito; y En-Nesyri. El once, visto lo visto, tenía un poco de más calidad que el actual.
Desde el banquillo entraron Gudelj, Rafa Mir, Lamela, Óliver Torres y el Papu, siendo ahora dos jugadores fundamentales (el serbio y el ex del Atleti), y otro uno de los recursos preferidos (el argentino ex del Tottenham), evidenciando, otra vez, el bajón de calidad en el plantel blanquirrojo.
El Sevilla llegaba, como ahora, con una pésima racha y el Granada, como ahora, con pocas opciones de conseguir el ascenso. La diferencia es que aquel equipo fue capaz de reponerse, de que ese triunfo le mantenía en la zona alta y que aquellos hombres, aunque anotasen jugadores que aún siguen como Ocampos y Rafa Mir, tenía mucha más mordiente.
Este curso, por calendario, el primer fin de semana de Semana Santa llegará sin fútbol nacional, con las selecciones apoderándose de las televisiones, pero esto no libra al Sevilla de la necesidad de resucitar como aquella vez.
Será el Sábado Santo, ante el Getafe, cuando el Sevilla de Quique Sánchez Flores intente demostrar que a falta de fútbol, hay algo ahí arriba que está con ellos y que, como sucedió aquel año ante el Granada, nunca es tarde para volver a sonreir.