Con Sergio Ramos, el Sevilla FC no sólo fichó a una leyenda del fútbol mundial, sino también a un canterano que regresaba a casa en los estertores de su carrera con la intención de darlo todo por el club de su infancia y, de paso, conseguir la reconciliación con una de las aficiones que han sido más hostiles con él. Lo está haciendo liderando la defensa en una temporada complicada, y también con goles. Los goles que prometió en su presentación.
El de Getafe fue el séptimo tanto de la temporada del camero, que vuelve a destacarse como el segundo máximo goleador del equipo. Solo el delantero En-Nesyri, con 14, lleva más goles que el central, que aventaja en dos tantos a Lucas Ocampos y a Isaac Romero.
El gran arma de Sergio Ramos es el juego aéreo y su capacidad en el balón parado, arma que sacó a relucir el Sábado Santo en el Coliseum. El camero marcó un gol nada más comenzar el partido, estuvo a punto de hacer otro con un cabezazo que sacó David Soria y cuyo rechace recogió Isaac, mandando la pelota al poste. Volvió a marcar en una jugada similar, pero estaba en claro fuera de juego. Todo ello antes del descanso.
De sus siete goles, todos tienen que ver con el balón parado. Ha marcado dos de penaltis, dos de faltas rematadas y dos de saques de esquina. El que falta, el que marcó ante la Real Sociedad, llegó en una segunda jugada tras otro córner. Su presencia en el área rival es más que evidente. Antes de marcharse al Real Madrid en 2005, Sergio Ramos había marcado tres goles con la camiseta del Sevilla, y los tres fueron también en jugadas a balón parado.
En una temporada tan complicada como la que está pasando el Sevilla, el equipo se ha echado en manos del balón parado. De hecho, nadie ha marcado más goles en jugadas de estrategia este año que el conjunto nervionense. 20 de los 63 goles convertidos hasta ahora en todas las competiciones tienen ese sello. 12 de saques de esquina, tres de saque de falta, tres de penalti y dos de saque de banda, prácticamente un tercio.
Aunque también ha sufrido muchos goles así, especialmente en los últimos minutos, lo que le ha costado tantos, tener a jugadores que van tan bien por alto como En-Nesyri, Kike Salas o el propio Sergio Ramos es un seguro de vida para un equipo como este Sevilla.