Este 1 de junio se cumplen cinco años del trágico accidente de tráfico que acabó con la vida de José Antonio Reyes, quien fuera futbolista de Sevilla, Real Madrid, Arsenal o Atlético de Madrid. Movistar + ha publicado un documental que repasa la trayectoria del jugador, desde su brillante inicio en el conjunto hispalense, donde creció de la mano, entre otros, de Joaquín Caparrós.
El técnico de Utrera, paisano de Reyes, fue uno de los técnicos más importantes en el inicio de la carrera del legendario deportista y la obra audiovisual ‘Reyes, sonrisa y leyenda’ revela una divertida anécdota que compartían en sus primeros pinitos en la Ciudad Deportiva del Sevilla.
📱💻 Reyes, sonrisa y leyenda.
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Con un fútbol “que hacía levantarse de la silla”, como define Francis Cagigao, el ojeador del Arsenal que más siguió a José Antonio en su arranque profesional, Reyes maravilló al mundo del deporte rey.
José Antonio Reyes debutó con el Sevilla en la temporada 1999/2000 en La Romareda, pero su gran salto llegaría durante el curso siguiente. En el verano del 00, Joaquín Caparrós fichó por el cuadro rojiblanco y convocó al protagonista para hacer la pretemporada en Isla Canela.
“Tenemos la mala suerte de que se nos lesiona y le tienen que escayolar”, recuerda el entrenador. “Vienen los padres, que una vez que estaba lesionado querían que volviera a Utrera, y yo les dije que no, que se tenía que quedar a ver lo que era la pretemporada”, comenta Caparrós.
Con apenas 17 años, el futbolista utrerano, el primer español en ganar la Premier League (lo hizo con el Arsenal en 2004), era “un diamante en bruto que había que pulir”, como explica Pablo Alfaro, que compartió vestuario con él. “A nivel táctico, a nivel físico, a nivel grupal… Había que enseñarle, sobre todo, a que se centrase en el fútbol. A que fuese su profesión, que descansase, que comiese, que viese las ruedas de prensa, que viese vídeos de los rivales. A enseñarle a ser profesional”, añade.
Y durante todo ese proceso, Reyes ya iba demostrando su personalidad, siempre con una sonrisa en la cara y, eso sí, “nervioso siempre”. “Terminaba el entrenamiento y, muchas veces, Pablo me decía: ‘Míster, el niño se ha ido’”, contaba Caparrós.
Antoñito fue otro de sus compañeros en el Sevilla y en el documental cuenta la ‘hiperactividad’ de José Antonio: “Si te decía el míster que había que darse masajes y tenías que estar en el jacuzzi para la recuperación, él no. Él cogía, se duchaba y se iba. Y Reyes, Reyes… Reyes ya está en Utrera”, bromeaba el exjugador.
Entonces, Caparrós tenía que intervenir. “Yo cogía, vestido y todo, y me iba por la otra parte. Él iba con su coche y le decía: ‘¿Usted ha hecho el gimnasio?’. ‘Es que tengo, míster…’”, se excusaba Reyes. “Venga, otra vez”, cuenta Joaquín que le decía entonces a su pupilo.
“E iba otra vez para dentro. Pero nada, con buena cara se volvía a cambiar e iba otra vez al gimnasio. Todo con buena cara. Era un chico que, la verdad, se hacía querer”, se sincera el alineador.