José Antonio Reyes falleció el 1 de junio de 2019 y con motivo del quinto aniversario de su pérdida, Movistar + ha publicado ‘Reyes, sonrisa y leyenda’, un documental repasando su trayectoria deportiva. Desde sus inicios en el Sevilla, hasta su paso por Arsenal, Real Madrid, Benfica, Atlético o Extremadura, sin olvidarse, por supuesto, de su irrepetible personalidad.
Monchi, Antoñito o Joaquín Caparrós son algunas de las personas que dejan testimonio de sus recuerdos con Reyes, un tipo con una sonrisa imborrable de oreja a oreja que, además, brillaba dentro del terreno de juego con un fútbol “que te hacía levantarte de la silla”, tal y como expresa Francis Cagigao, el ojeador que le llevó hasta la Premier League.
📱💻 Reyes, sonrisa y leyenda.
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En una de las aventuras internacionales de José Antonio Reyes, coincidió con un entrenador español. Fue en Lisboa, cuando fichó por el Benfica y se puso a las órdenes de Quique Sánchez Flores.
El entrenador madrileño pidió el fichaje del de Utrera, que llegó junto a jugadores como Aimar para aportar mucho en el club portugués. “Hasta entonces solo lo conocía futbolísticamente, no personalmente”, menciona Quique en el documental.
“Pero a partir de ese año, 2008/09, empiezo a conocerle personalmente y me enamoré realmente de la persona”, confiesa el ya exentrenador del Sevilla.
Quique se deshace en halagos con el difunto exfutbolista. “Era un chico de mucha piel, de mirarnos a los ojos, de mucho entendimiento sin apenas palabras”, pronuncia. “Era el jugador del talento infinito”, sentencia.
José Antonio tenía una personalidad muy particular, pero un talento humano y futbolístico encomiable. “Las tácticas están muy bien, los entrenamientos están muy bien, llevar a los grupos hacia una idea está muy bien. Pero había que hacer excepciones y había que, como dice Vicente del Bosque, ejercitar el músculo del cuello y mirar para otra parte en algún momento. Y Reyes era un chico para quererlo”, se sincera Quique.
Los dos forjaron una relación especial y en el mes de noviembre del año siguiente, después de ganar una Copa de la Liga en Portugal, se encontraron de nuevo en el Atlético de Madrid. “Me encontré con un chico más maduro. Era un jugador muy diferencial, que siempre nos daba una marcha más”, refleja el entrenador.
“Daba la sensación de que, con su pierna izquierda, la pelota era una continuación de su pie. Hipnotizaba con su forma de jugar”, recuerda. Y con la elástica rojiblanca, José Antonio fue ganando mucha importancia.
Era un fijo en el esquema de Sánchez Flores, con Simao en el interior y Forlán y el ‘Kun’ Agüero en punta. “Recuerdo el pase que da en el gol que marcamos en Liverpool, en la banda derecha. Un pase de gol a Forlán y es el que nos da el pase a la final”, rememora Quique sobre la Europa League de 2009/10, que el Atlético de Madrid ganaría frente al Fulham. “Fue importantísimo en todo lo que hicimos”, apunta.