Corría el mes de abril del año 2014. Un joven Saúl Ñíguez de 18 años corría por la banda del Ramón Sánchez-Pizjuán dispuesto a hacer su debut oficial en liga con el Atlético de Madrid. La promesa de la cantera atlética ya había sumado minutos en Copa del Rey y en Europa League, donde había debutado dos años antes; sin embargo, la competición española aún no había visto jugar al centrocampista ilicitano. En el minuto 88, el '28' rojiblanco saltó al terreno de juego sustituyendo a Koke Resurrección.
Más de diez años después, Saúl Ñíguez volverá a debutar en el templo sevillista, donde jugará cedido esta temporada. Será de forma diferente. Esta vez, lo hará con el escudo del Sevilla FC en el pecho. Sobre aquel día ha hablado para los medios oficiales del club.
Mucho ha llovido desde el primer día de Saúl en el Ramón Sánchez-Pizjuán, aunque debutar en uno de los grandes estadios del fútbol español deja huella. Más aún, si se tiene en cuenta la rivalidad palpable entre Sevilla FC y Atlético de Madrid. "Mi debut liguero con el Atlético de Madrid es en el Sánchez-Pizjuán. Todos los partidos entre Sevilla y Atlético de Madrid son siempre muy caldeados, con un ambiente hostil. Siempre recuerdo cuando el Arrebato nos cantó en directo en un partido. Cuando la gente canta a capella, seas local o visitante, te llega por dentro", ha recordado el nuevo fichaje estival de la entidad hispalense.
El futbolista, además, ha desvelado una curiosa situación que se ha dado más de una vez. El himno del centenario sevillista, protagonista. "Veníamos en el coche muchas veces mi hermano y yo escuchando la canción. Mi madre la tenía el en el móvil. Seas o no sevillista, le gusta a todo el mundo”, ha confesado.
Más de una década después, Saúl Ñíguez es un futbolista diferente. Curtido en mil batallas, con experiencia levantando títulos, compitiendo en las mejores competiciones del continente europeo... La ilusión, eso sí, no cambia. Me ilusiona el poder representar al Sevilla y me ilusiona que la gente se sienta identificada con mis valores. Poder transmitir eso desde el campo es lo que ahora mismo me está motivando muchísimo para estar aquí hoy", han sido sus primeras palabras como jugador sevillista.
La afición es otro de los platos fuertes presentes en la llegada de Saúl a Sevilla. La conoce de primera mano. Esta afición es una de las que te exige y de las que valora el esfuerzo o el trabajo. El resultado puede ser adverso no, pero si ellos se sienten identificados con lo que el equipo representa en el terreno de juego, estarán contentos y se podrán ir tranquilos a casa", ha comentado.