Lo que podría ser y lo que realmente será. Marcos Acuña vuelve esta semana a Sevilla para comenzar una nueva pretemporada con el conjunto blanquirrojo, una pretemporada que, si tenemos en cuenta su historial, su contrato y la economía sevillista, apunta a ser la última. Una auténtica pérdida para un García Pimienta que encontraría en él un perfil idóneo para su estilo de juego.
Una de las grandes peticiones, mostradas continuamente en los amistosos disputados hasta ahora, de García Pimienta se centra en sus laterales. El técnico ex de Las Palmas dispone, en salida de balón, un equipo donde sus dos defensores de banda ocupan zonas interiores, zonas que van adelantando poco a poco para acabar casi en la frontal. Se lo pudimos ver a Carmona ante el Orlando Pirates, o a Pedrosa ante el Granada, o incluso ante el Al-Ittihad al zurdo.
Esa función, realmente, no sería demasiado nueva para Marcos Acuña. El reciente campeón de América llegó a jugar incluso como mediocentro puro con Jorge Sampaoli, pero es que además ha ocupado zonas interiores con entrenadores como Diego Alonso -en menor medida- o Quique Sánchez Flores, donde en algunas citas le colocaba como central y le permitía adelantarse en salida de balón.
El argentino ha demostrado que, si su físico y su mentalidad le respetan, es uno de los mejores jugadores del Sevilla, con fuerza, velocidad, potencia y un excelente toque de balón.
Por si fuese poco, a su siempre aguerrida defensa, el ex del Sporting de Portugal suma un golpeo envidiable, características todas que casarían a la perfección con las peticiones de su entrenador. Pedrosa se adapta, sí, pero sabe que nunca ha tenido esa función como tal, algo que le diferenciaría notablemente con Acuña.
La realidad, sin embargo, es que sea por su desgaste, por su salario o por sus continúas lesiones, Marcos Acuña parece complicado que siga en Sevilla más allá de principios de septiembre. Una pérdida importante... que García Pimienta captará rápidamente.