El Sevilla de Isaac Romero progresa adecuadamente

El Sevilla consiguió un nuevo triunfo este lunes ante el Fulham (1-2) en una cita en la que los goles de Isaac Romero, justo en el comienzo y justo antes del descanso, dieron ventaja a los de García Pimienta para soportar la mejoría de los ingleses en la segunda mitad.

La pretemporada apura sus últimas pruebas antes del inicio de la competición oficial. El Sevilla se enfrentaba este lunes al Fulham en el Estadio Algarve (la otra cita que sustituyó el calendario previsto en Japón) en un partido en la que los de García Pimienta necesitaban, más allá del resultado, reafirmar diferentes pinceladas que se habían visto hasta ahora. El once era muy titular y se notó.

Firmó el Sevilla, posiblemente, sus mejores minutos hasta ahora. No necesitó ni un solo minuto para aprovechar un error del Fulham en la salida de balón y, tras la asistecia de Saúl y el invento de Ejuke, Isaac Romero pondría el primero.

Ese primer gol daría impulso al Sevilla, el equipo se sentía bien, Saúl lo dirigía todo e Isaac, con su habitual empeño, buscaba portería hasta desde el centro del campo. Hasta la media hora de juego, cuando el conjunto de García Pimienta acumuló varios errores no forzados, el Fulham ni apareció.

Fue precisamente cuando mejor estaba el Fulham, cuando el Sevilla, aprovechando un saque rápido -e inteligente- de Lucas Ocampos, pondría el segundo: Sow la pone al hueco e Isaac Romero no perdona.

Al descanso, sin lugar a dudas, la mejor cara del equipo sevillista en toda la pretemporada.

El Fulham aprieta, el Sevilla sufre

El paso por vestuarios cambió la moneda, por completo, del encuentro. Los ingleses, tras una primera mitad muy tímida, subieron la línea, empezaron a presionar y tras un primer error de Nianzou, que salvó el Sevilla como pudo, Smith Rowe no perdonaría: gran centro desde la derecha y el ex del Arsenal no perdona.

Tocaba sufrir. El Sevilla sufría en la salida de balón y los de blanco se iban aprovechando. Solo alguna carrera de Ocampos, acompañado por Carmona, le daba oxígeno a su equipo y hasta pasado el 60', cuando Isaac Romero recogió una buena contra, los de Pimienta no pudieron amenazar a sus rivales.

Fuese por el carrusel de cambios o por el temple sevillista, los de rojo consiguieron frenar el impulso inglés y la cita se fue equilibrando. Lukebakio amenazaba, Smith Rowe respondía y el partido se ponía muy bonito para el espectador imparcial.

El Sevilla se marcha de Portugal con una sonrisa. Tres victorias consecutivas -que importan entre nada o nada-, una buena primera mitad y la sensación de que, aunque aún queda trabajo, el equipo progresa adecuadamente.