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Diego Perotti se retira a los 36 años: su carta de adiós con recuerdo al Sevilla

Diego Perotti, con el Sevilla.
Escribo de todo, y a veces incluso lo hago bien.

En la misma semana que las redes sociales recordaban a Diego Perotti en el Sevilla, el argentino cuelga las botas. Lo hace después de más de 400 partidos en los que donde más tiempo jugó fue en el Sánchez-Pizjuán.

159 partidos, 16 goles y 26 asistencias. Un jugador con una calidad inmensa en la banda izquierda que si no llega a ser por las lesiones habría sido un jugador legendario −pese al buen recuerdo que tienen todos los sevillistas de él−.

Llegó a Sevilla en julio de 2007 con 19 años para recalar en las filas del Sevilla Atlético. Dos cursos después ascendió al primer equipo. Allí estuvo hasta 2014, cuando fue cedido al Boca Juniors. Génova, Roma, Fenerbahçe y Salernitana también le vieron jugar desde entonces.

Diego Perotti, con el Sevilla, pugna con Álvaro Rubio en el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán en la temporada 2012/2013 (Foto: EFE).

La carta de adiós de Diego Perotti con recuerdo al Sevilla

“Y llegó el momento. Ese que parecía lejano. Pero el paso del tiempo no perdona. A nadie. Hoy me toca despedirme de este hermoso deporte al cual honré y respeté desde muy chico. Seguramente me hubiera gustado poner fin a mi carrera dentro de una cancha. Me lo merecía. Pero con el tiempo entendí que las personas tienen lo que tienen, no lo que merecen.

Soy un agradecido por todo lo que me tocó vivir, con momentos buenos y no tan buenos. Igual que la vida. Porque el fútbol es eso, la vida misma. Me despido habiéndote dado todo lo que tenía y más. Pero no me arrepiento de nada. Lo volvería a hacer una y y mil veces. Miro para atrás y no puedo dejar de agradecer a quienes estuvieron siempre conmigo.

Muchas gracias, Ma, por acompañarme y apoyarme en todo momento y muchas gracias Pa, por transmitirme la pasión y el amor por el fútbol.

Muchas gracias a mis hermanas a mi cuñados y mis sobrinos, siempre y en todo momento al lado mío.

Tíos, incondicionales, compañeros, segundos papás.

Primitos, ya no tan chicos, mis compinches.

Muchas gracias, Abu, mi fan número 1.

A mis amigos, los del barrio, los de toda la vida.

Gracias a mi suegra y mis cuñadas, mi nueva familia.

A todos mis excompañeros y entrenadores. fueron muchos y muy buenos.

Muchas gracias a los grandes equipos a los que tuve el honor de defender su camiseta. Deportivo Morón, Sevilla, Boca, Genoa, Roma, Fenerbahçe, Salernitana. La Selección Argentina.

Y sobre todo un Gracias infinito a mi hermosa mujer y compañera y a los 2 amores de mi vida por acompañarme y estar conmigo siempre. Por estar en los goles y en las lesiones. Por bancarse todo, a veces demasiado. Sin ustedes no sería nada.

Y por último a vos,

¿Pensaste que me había olvidado? Imposible, si formaste parte de mi vida desde que tengo uso de razón. Y si bien esta es una despedida, de esas que son para siempre, juro que cada vez que te cruce por la casa, en algún parque o en donde sea que nos volvamos a ver te prometo que voy a probar algún enganche, algún amague, algún centro. Y si por lo que fuera ya no me sale, simplemente te voy a mirar y a sonreír por todos los momentos que vivimos juntos. Muchas gracias Pelota, no me olvides, te quiero mucho.”

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