Del Ramón Sánchez-Pizjúan a Mendizorroza, de una portería a otra, hay una distancia de algo más de 800 kilómetros. Es lo que tendrán que recorrer los aficionados sevillistas si quieren cantar el gol de su equipo en las mismas gradas de Vitoria. Un trayecto que puede salirle más económico si el viaje lo hacen en un coche eléctrico, hasta un 40% de ahorro.
Así, cuatro aficionados que pongan rumbo al norte en un coche de gasolina repostarían combustible por un montante de 77 euros. Treinta y un euros más caro que en un vehículo eléctrico. De pagar los cien kilómetros a 9,3 euros, a 5,7 la recarga eléctrica por la misma distancia.
Para ello, se debe cargar el coche en el domicilio la noche anterior al viaje. Esa carga completa posibilita, depende del coche, en torno a 300 kilómetros de autonomía.
Lo ideal, antes de salir, es planificar el viaje y, para ello, una herramienta interesante es la app Iberdrola, que permite visualizar y geolocalizar información de todos los cargadores que hay en España. Además, comprobar su operatividad y reservar y pagar desde el móvil.
Si el partido es las 21:00 horas, la salida se debe efectuar sobre las 9:00 de la mañana desde el Ramón Sánchez-Pizjuán, con el vehículo completamente cargado desde casa por unos 3€, para recorrer 193 km hasta el área de servicio de Abades Mérida por la A-66, donde se recargarían 20 kWh durante 8 minutos a 150kW, por 10€. Se proseguirá el viaje hasta la estación de recarga de Cetramesa, en Salamanca, a 280 km de la anterior parada y allí se recargarán 36 kWh durante 14 minutos a 150kW, por 17€. Después de un descanso, se retomaría la ruta hasta el restaurante Abadesa, en Burgos, a 245 km, para recargar otros 36 kWh durante 14 minutos a 150kW, también por 17€. Finalmente, quedaría afrontar el último tramo del viaje, recorriendo 115 km hasta Mendizorroza, estadio al que se llegará con 80 km de autonomía restante, lo suficiente para poder circular por Vitoria y recargar durante la noche, ya en el hotel.
Todo el viaje habrá supuesto unos 45€ respecto a los 80€ que hubiera costado con combustible y sólo habrá requerido 37 minutos en recargas totales en un viaje de 830km, evitando la emisión de 115kg de CO2.
En la previa del partido del domingo, del 16 al 22 de septiembre, se juega la Semana Europea de la Movilidad Eléctrica. Una acción global que se podría enmarcar en esa otra Liga, la de la lucha contra el cambio climático, con el objetivo de concienciar de las consecuencias negativas que tiene el uso irracional del coche tradicional para la salud pública y el medio ambiente.
Asimismo, se pretende promulgar los beneficios de utilizar modos de transporte más sostenibles, como el vehículo eléctrico, o la bicicleta. Además, la conmemoración tiene como lema “Espacio Público Compartido”. Y pocos espacios públicos sostienen más emociones que un partido de fútbol. Ahora solo falta que entre la pelotita.