El 10 de diciembre de 2018, la Junta General de Accionistas del Sevilla FC aprobó la entrada en el consejo de administración de José María del Nido Carrasco -cinco meses después de haber dimitido-, Enrique de la Cerda Cisneros -que continuaba- y la sociedad Nervión Grande SL, representada en ese momento por Miguel Ángel del Nido Carrasco. Todo, gracias a la decisión de José María del Nido Benavente y otros accionistas de acogerse al derecho de representación de las minorías, para que su paquete accionarial estuviera representado en el órgano gestor de la entidad, en orden al porcentaje que suponía en el capital social.
El sillón de Nervión Grande SL apenas estuvo medio año representado por el segundo hijo del expresidente, ya que en julio de 2019 dimitió al marcharse a ocupar un puesto profesional en el Cádiz CF y fue sustituido por el notario José María Manzano, más afín a su padre, y, posteriormente, en 2022, entró Jorge Marín, éste ya de la mano del actual máximo mandatario de la entidad.
Hace, pues, seis años, Del Nido Carrasco representó junto a Enrique de la Cerda algo menos de 32.000 acciones, lo que le permitió nombrar tres consejeros gracias a la ley de representación de las minorías. La mano de Del Nido Benavente volvía al consejo de administración, pero el acuerdo consistió en una trampa para él mismo que se ha evidenciado en las últimas juntas de accionistas.
Por ley, esas 32.000 acciones no podían votar en asuntos como la remoción de los miembros del consejo de administración, y hasta ahora ha sido el asidero del actual consejo de administración para no dejar votar al expresidente con sus acciones en esos puntos. A pesar de que esta medida ha sido judicializada en numerosas ocasiones, nunca ha sido denegada por los juzgados, con resolución en firme de la propia Audiencia Provincial en diciembre de 2022.
Sin embargo, a partir de este miércoles, 11 de diciembre, esa agrupación de acciones se da por terminada, de modo que el actual consejo no podrá esgrimirla como motivo para que el máximo accionista no pueda votar a partir de la Junta General de Accionistas del próximo 10 de enero.
¿Significa esto que José María del Nido Benavente podrá votar libremente el próximo 10 de enero para cesar al consejo y acceder de nuevo a la presidencia? No exactamente. Significa que la mesa de la junta, presidida por José María del Nido Carrasco, tiene un argumento menos para no dejarle votar, pero no se queda sin ellos, a pesar de que la otra parte entiende que incurrirían en delito societario si no se lo permite, lo que iría a la vía penal.
Según sostiene el actual consejo, y así lo ha hecho saber en las últimas juntas. “Hay otras acciones de derecho, medidas legales derivadas de los pactos parasociales que no alterarían el resultado, que permitirían no considerar su voto contrario a la alineación del presidente y vicepresidente primero. Al no afectar a la votación, no habrá que aplicar, sin que ello implique renuncie alguna para otra ocasión”, avisaba Del Nido Carrasco en las dos últimas asambleas de accionistas celebradas en el Hotel Los Lebreros.
En román paladino, significa que el consejo se va a atener al pacto de gobernabilidad suscrito en noviembre de 2019 por los máximos accionistas del club -excepto la familia Carrión-, denunciado en numerosas ocasiones por Del Nido Benavente. El acuerdo, que expira en 2027, recoge que las acciones del presidente y el vicepresidente primero estarán alineadas en las votaciones, y que el primero es el representante de esas acciones en el consejo, a pesar de que hay resoluciones judiciales, no firmes aún, que lo deniegan. El culebrón continúa y continuará, a pesar del hito alcanzado el 11 de diciembre.
Que continúe el Circo FC,lo del Super Deport se va a quedar en pañales al lado de cómo van a dejar a la Cochambre FC. A seguir comiendo Chorizo de Marmolejo segundones.
YA LES VAN QUEDANDO MENOS A LOS OKUPAS.