¿Gargantas de niños africanos gritando «¡Vamos, mi Sevilla» y «¡Beeeetis!»? Así es: dos generosas donaciones de material deportivo llevadas a cabo por las fundaciones de los dos clubes hispalenses han obrado el milagro de que en Marruecos empiece a quebrase la perenne dicotomía Madrid-Barcelona cuando se habla de fútbol español y que, por tanto, el foco de atención de los hinchas se desplace a otros equipos. Es de suponer que Javier Tebas y los rectores de la LALIGA estarán encantados con la irrupción del seductor derbi hispalense en los niños de Marruecos.
El germen ha sido plantado por un acto benéfico: la fundación del Sevilla Fútbol Club y la del Real Betis Balompié han coincidido al conceder sendas donaciones de material deportivo a la humilde Association Club Sportif Aourir Tamraght, ubicada al sur de Marruecos, en una zona cada vez más conocida por los surferos que se encuentra muy cerca de la ciudad de Agadir.
Los responsables de la asociación están encantados con la ayuda recibida y, como se ve en las fotos de esta noticia, a los niños les ha entrado el gusanillo por el cuerpo con esto del derbi sevillano.
El hecho de que el Betis cuente en sus filas con el internacional marroquí El Abde, que hace un año militase como verdiblanco Chadi Riad y que con el Sevilla hayan campeonado Yassine Bono, En-Nesyri y Munir —también figuró eventualmente Oussama Idrissi— ha servido para producir un caldo de cultivo que ahora genera sus frutos con pasión por unos colores.
A cinco años de la celebración de la Copa Mundial de Fútbol de 2030, los dos clubes sevillanos prestan ayuda —el sentido primordial de la Association Club Sportif Aourir Tamraght es que los niños ocupen su tiempo libre con el deporte y no maleen— y generan marca en un país estratégico, con enorme potencial de crecimiento en el deporte rey. Desde hoy, los niños marroquíes cantan «¡Viva el derbi!».