Aún queda un encuentro liguero para el Sevilla, pero en el Sánchez-Pizjuán el balón se juega en los despachos. La entidad blanquirroja, tras la enésima protesta de su afición, empieza a pensar en el futuro y empieza a tomar decisiones en el banquillo... y la dirección deportiva.
Porque hay decisiones que merecen (y necesitan) reposo. Tras varias temporadas acumulando nombres y despidos en el banquillo, saben los principales responsables en la entidad que la elección del nuevo entrenador para la próxima temporada debe ser de las más importantes... junto a un posible giro en la dirección deportiva.
Antes de cualquier decisión en el banquillo, toca la dirección deportiva y en el club, de momento, se continúa debatiendo el futuro de Víctor Orta.
A pesar de que su salida es uno de los grandes reclamos del público, la dirección deportiva continúa trabajando con cierta normalidad y la realidad, al menos a día de hoy, es que decir que el ex del Leeds será cesado en las próximas horas con rotundidad es altamente complicado.
Como decíamos, en Nervión están evaluando todos los escenarios. Algunos son con Víctor Orta; otros, con las mismas posibilidades, sin él. Los últimos necesitarían un recambio y ello también se está evaluando: un agente libre, un director deportivo que requiera un pago o incluso alguien que pueda ser de la casa. Todo está abierto.
En paralelo, y casi igual de importante, está la figura del entrenador. Joaquín Caparrós se ha quedado prácticamente sin balas después de conseguir una única victoria ante Las Palmas y aunque ha conseguido el objetivo, en el seno del club saben que hubo mucho más demérito de los rivales que méritos propios. No era sencillo, se consiguió, pero se hizo con lo justo.
Es por ello que en la agenda de candidatos hay varios nombres. Uno de ellos, aunque no es el único, es José Bordalás. El técnico del Getafe ha estado varias veces entre ceja y ceja en Nervión, las partes se conocen y, por si fuese poco, el entrenador parece preparado para revertir la situación en Sevilla.
Bordalás cuenta con una cláusula, hasta principios de julio, que le permitiría llegar libre al Sevilla, pero antes el club hispalense debería dar el paso y apostar por él. Tiene fichas para ser el elegido, pero no todas.
Casi en el mismo escenario que el del Getafe aparecen otros dos nombres conocidos en LALIGA EA Sports. El primero, el de Imanol Alguacil: el entrenador de la Real Sociedad termina su etapa en el Reale Arena en apenas unos días y es muy del gusto de parte importante del club tanto por su idea de fútbol como por su trabajo realizado en la élite. Atrae al Sevilla... y el Sevilla le atrae a él.
El último en esta breve lista de entrenadores de la élite es Míchel Sánchez, actual entrenador del Girona. El ex del Huesca comentó hace semanas que querría seguir en Montilivi, pero la realidad es que allí tampoco ha tenido un buen año y a estas alturas no se pueden descartar movimientos a su alrededor. Él también tiene opciones.
Para finalizar, no en preferencias sí en esta descripción, está Galván. Su trabajo en el Sevilla Atlético se valora muchísimo y existe cierto convencimiento en la entidad sobre su nivel.
Evidente, conocería a los jóvenes, conocería la casa y sería, por si fuese poco, el que menos exigencias económicas presentase. También sería la apuesta más arriesgada, todo sea dicho. Y también tiene muchas fichas.
La partida ha empezado. Respecto a la dirección deportiva nada está decidido y en el banquillo lo único que sí parece decidido es que el club quiere a un entrenador nacional, que conozca tanto el pasado reciente del Sevilla como la situación actual.
La próxima semana, una vez que Joaquín Caparrós finalice su trabajo, el club empezará a tomar decisiones. No quieren alargarlas, no quieren convertirlas en eternas, porque todos saben que, cuanto antes tengan líderes, mayor será la posibilidad de mejorar lo presente.