¡Super Stefan!

Andrés Maese III
Stefan Scepovic sigue dando que hablar. El rojiblanco anotó los tres goles del Sporting. A pesar de tener tres puntos de sutura en el talón de Aquiles, su olfato goleador es de un jugador de Primera División.

El partido no pudo empezar mejor para los rojiblancos. En el minuto cinco Scepovic volvió a encontrarse con el gol. El serbio no consiguió marcar la semana pasada, pero el delantero está en racha y marca cada vez que se cruza con el guardameta rival. El rojiblanco conectó con la cabeza un centro al área, su remate cruzado superó a Xabi por alto. El tanto del Sporting trastocó los planes de un Eibar que llegó a Gijón con la intención de dejar su portería a cero e intentar sorprender en alguna jugada aislada. Los vascos adelantaron líneas y los atacantes del Sporting comenzaron a encontrar espacios para crear jugadas que cerca estuvieron de terminar en gol.
 

A pesar de tener el marcador su favor y de que el Eibar buscó el empate, el equipo de Sandoval se dejó llevar. El conjunto vasco se hizo con la posesión del balón pero no supieron o no pudieron acercarse con peligro  a la portería de Cuéllar. La solidez defensiva de los rojiblancos parecía que iba a servir para llegar al descanso con la ventaja en el luminoso. Los vascos lo intentaron sobre todo por las bandas. Jota y Capa buscaron sin cesar las espaldas de Lora y de Canella.
Las jugadas  de ataque del Sporting llegaron por la banda izquierda. Canella regresó al equipo titular y demostró que tiene ganas de agradar tanto al entrenador como a la afición. Antes de que el colegiado enviara a los jugadores a los vestuarios, Capa sorprendió a Canella y consiguió el empate para los guipuzcuanos. Un 'gol psicológico' que sorprendió a todos. Los rojiblancos se conformaron con el resultado y lo terminó pagando en la última jugada de la primera mitad.
El descanso no le sentó mal a los rojiblancos, de nuevo en los pimeros minutos volvió a marcar. Scepovic anotó desde los once metros. Yuri derribó a Barrera y Jaime Latre señaló la pena máxima. Stefan no falló, sumó su séptimo gol en la temporada y deja claro que en el Sporting los goles llevan su firma.
Con la ventaja de nuevo en el marcador, el Sporting no quiso que le pasara lo de la primera parte. Se quedó el balón y no lo soltó. Stefan tranquilizó a la parroquia rojiblanca con su tercer tanto. Barrera e Isma López crearon la jugada desde la banda izquierda y Scepovic la finalizó empujando el balón tras una asistencia de Isma López. Pocas cosas quedan por decir de un delantero que viajará con sus selección para disputar dos encuentros con su país. Su arranque liguero no está pasando desapercibido para nadie.
En los segundos 45 minutos Barrera e Isma López se dejaron ver, ambos dirigieron los ataques rojiblancos. Sandoval ha confiado en el centrocampista y el canterano le está devolviendo la confianza leyendo los partidos a la perfección. Con los dos goles del Sporting tras el descanso, el Eibar lo intentó pero con más corazón que cabeza. Cuéllar apenas tuvo trabajo, el equipo de Sandoval fue mejor y se mereció la victoria. A 10 minutos para el final, Scepovic puso en pie a El Molinón. Con tres puntos de sutura en el talón de Aquiles, Sandoval decidió sustituirlo. Guerrero entró por el serbio al que no hay quien le pueda discutir su titularidad.
Cuando todo parecía visto para sentencia, el Eibar tiró de garra y recortó distancias a falta de cinco minutos para el final. Urko Vera anotó el segundo gol de los visitantes y puso intriga a los últimos instantes de un partido que debería de haber sido cómodo para los rojiblancos, más aún con el (3-1) en el marcador. Cuéllar sacó una mano en un despeje que se envenenó y dejó mudo a El Molinón.Al final el Sporting terminó pidiendo la hora en un encuentro que tenía controlado.
Los de Sandoval lo han ganado todo en casa. Nadie ha sido capaz de llevarse un punto de Gijón. La trayectoria del equipo es intachable cuando salta al verde de El Molinón. El único pero al partido ante el Eibar es que no se puede 'revivir' a un equipo que prácticamente había bajado los brazos tras el tercer gol rojiblanco.