Pesadilla después de Navidad
Nadie dijo que subir a primera división fuera fácil, el Sporting está sufriendo para lograr la victoria en El Molinón. El principal obstáculo que se están encontrando los rojiblancos son las apuestas defensivas de los entrenadores rivales. El 2014 no ha empezado bien para el conjunto de Sandoval en casa, de los tres encuentros que se han disputado en Gijón, el Sporting no ha sido capaz de ganar ninguno.
El Zaragoza se llevó la victoria en un choque en el que los rojiblancos terminaron con tres hombres menos, a pesar de la inferioridad numérica, los maños remontaron en los últimos minutos. Fue la primera derrota de nuevo año para el conjunto asturiano.
En el segundo partido del año en Gijón, el Recreativo decidió defenderse desde el minutos uno y el Sporting fue incapaz de batir la portería del equipo de Sergi Barjuan. Tras el encuentro, que finalizó con empate a cero, Sandoval se mostró molesto por el planteamiento que había dispuesto el conjunto andaluz.
Dos semanas después, llegó a El Molinón la Ponferradina. Los bercianos comenzaron el partido intentando presionar la salida del balón del Sporting, pero en cuanto se vieron por delante en el marcador se dedicaron a defender el resultado. En la segunda mitad y con un hombre menos sobre el terreno de juego, la Ponferradina tiró de oficio para que el reloj corriera con el balón parado el máximo tiempo posible. Una vez más el técnico rojiblanco señaló el "fútbol" practicado por su rival.
El Sporting está tercero en la clasificación y El Molinón es un estadio temido o por lo menos respetado por la mayoría de los equipos que forman la Liga Adelante. De aquí y hasta el final de la temporada, Sandoval se encontrará con rivales que visiten Gijón con la única intención de puntuar sea como sea. A la afición y a la plantilla no le quedará otra que armarse de paciencia para intentar ganar los encuentros que se vayan a disputar en El Molinón.