Con un tono más bajo de lo habitual, calmado y positivo el técnico rojiblanco normalizó la derrota de esta mañana, la quinta en lo que va de temporada. "Hoy no ha sido nuestro día, nos ha salido todo mal", resumió. En esa línea, Sandoval señaló que el error de Cuéllar le costó al equipo un "planteamiento completamente diferente" y que en la segunda parte la expulsión de Carmona y el estado del terreno de juego "en otras condiciones" fueron un obstáculo para desarrollar su juego.
En todo caso Sandoval quiso felicitar a su rival, un "digno ganador", aunque apuntó su "efectividad máxima" porque "han sido tres o cuatro remates y tres goles". Según él, "el detalle ha sido un balón que estaba casi fuera ha sido dentro. Y eso ha sido un golpe duro. A partir de ahí ha salido todo mal", lamentó. Así, Sandoval restó importancia a la nula participación del portero rival durante los 50 minutos sin inferioridad, porque "el Eibar tampoco ha aparecido en ataque". "La primera parte hemos disputado un partido más de competir que de jugar. Nosotros queríamos ganar en el centro del campo y tener profundidad en las bandas. Los primeros minutos lo hemos hecho a un toque. No hemos acertado en esas dos o tres llegadas que tuvimos", explicó.
Ahora, tras la contundente derrota, Sandoval subrayó que "es más de Pichu Cuéllar que nunca" y que "mejor tirar la cinta a la basura". "Cuando se pierde 3-0 no se puede sacar conclusiones", afirmó. Con ese espíritu constructivo comentó que la Mareona "se tiene que sentir más sportingista que nunca", apuntando que "juntos podemos conseguirlo todo". "Somos los primeros que queremos ganar y que ellos disfruten. A nosotros nos duele mucho por ellos".
En esa línea reconoció que al término del partido vio "un vestuario dolido y tocado", pero que ahora "es cuando más juntos estamos". "Lo de hoy ha sido un cúmulo de cosas. Creemos que este no es el Sporting", reiteró.