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¡Caso cerrado!

Redacción local

López Garai llegó a Gijón procedente del Córdoba como uno de 'los hombres de Sandoval'. El técnico le cedió el timón del barco para que, junto a su amigo y compañero Bustos, dirigieran la nave desde el centro del campo. El jugador fue titular indiscutible en las primeras jornadas de liga pero pronto comenzó a torcerse su rumbo.

El roce con la mayor parte del vestuario comenzó a mediados de la primera vuelta cuando el jugador hizo unas declaraciones en la tertulia de la Cadena Cope. Sus palabras sentaron mal a varios jugadores de la plantilla y estos le recriminaron al futbolista su actuación ante los micrófonos de la radio. Por aquel entonces su papel en el equipo era el mismo que cuando llegó a Gijón, Garai era titular pero las críticas hacia su juego eran cada vez más.
Su rol, tanto en el vestuarios como para Sandoval, no iba a tardar en cambiar. En el partido ante el Lugo, Sergio le arrebató la titularidad y nunca más se supo del jugador vasco con la camiseta del Sporting.
Su situación en el vestuario no fue a mejor y, a pesar de las continuas negaciones por parte del técnico rojiblanco, López Garai tenía un problema con la mayor parte de sus compañeros. Con la llegada del mercado invernal, el Sporting intentó buscarle una salida y encontró un destino. El Alavés estaba dispuesto a contratar al jugador. Cuando todo parecía que estaba cerrado, Aritz comunicó al consejo su intención de terminar la temporada e intentar darle un vuelco a su papel tanto dentro de la caseta como en la cabeza de Sandoval.
Con la mala dinámica del equipo, el cuerpo técnico y la plantilla se reunieron para intentar encontrar la solución de sus problemas. Aquella semana comenzó con aires de cambios e incluso se llegó a pensar que López Garai podía regresar a una convocatoria, después de haber estado la mayor parte de lo que iba de temporada sin estar citado.
Todo cambió con una nuevas declaraciones del rojiblanco en El Molinón. El Sporting se ejercitó en el estadio y el centrocampista atendió a los medios de comunicación. Sus palabras no pasaron desapercibidas para sus compañeros y los capitanes decidieron tener una charla con él. En esa conversación Cuéllar se sintió ofendido por una respuesta que tuvo Garai a sus palabras, el tema no pasó a mayores pero los capitanes decidieron actuar.
El consejo del Sporting recibió el aviso de que el vestuario no podía convivir con Aritz. El propio jugador tomó la iniciativa y se buscó un destino. El Córdoba tenía una ficha libre por la lesión de larga duración de Caballero y vio con buenos ojos incorporar al centrocampista a coste cero.
López Garai abandonó el Sporting por la puerta de atrás, lo hizo para regresar a su exequipo al menos durante dos meses. La cesión se cerró a última hora del lunes y López Garai puso rumbo a tierras andaluzas por carretera. El jugador ha vivido siete meses en Gijón de luces y sombras.
 

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