Dos regalos que valen tres puntos

Andrés Maese III

Cinco partidos después el Sporting ha vuelto a sumar una victoria y lo ha hecho ante su afición. Stefan se reencontró con el gol después de llevar un mes de sequí y por primera vez en lo que va de temporada el Sporting consigue dejar su portería a cero por segunda jornada consecutiva.

El resultado es engañoso, esa puede ser una de las conclusiones que se pueden sacar después de presenciar el encuentro entre el Sporting y el Lugo. Sandoval apostó por un nuevo sistema donde Stefan y Lekic jugaron como delanteros centros, pero el centro del campo hizo aguas en la mayor parte del partido. Los rojiblancos no fueron superiores al rival y de los tres disparos que realizaron a la portería de Dani Mallo, dos terminaron en gol.

La primera parte tuvo poco fútbol y pocas ocasiones, el espectáculo brilló por su ausencia y la grada de El Molinón volvió a mostrar su descontento por lo visto durante los primeros 45 minutos sobre el verde de El Molinón.
Quique Setién apostó por un centro del campo formado por Pita, Seoane y Rafa García y entre los tres volvieron locos a Sergio Álvarez y Mandi. Los dos hombres se vieron superados en todos los sentidos y el canario se dirigió al banquillo mostrando su frustración. Mandi actuó por delante de Sergio Álvarez y fueron incapaces de hacerse con el control del esférico.
Si a lo largo de la temporada los porteros rivales suelen ser los protagonistas ante el Sporting, esta vez Dani Mallo apenas tuvo trabajo ante la ausencia de llegadas de los rojiblancos. Lo mejor de la primera parte fue el gol que llevó la firma de Isma López. El extremo se encontró con un balón dentro del área y marcó a placer ante la mirada de la defensa del Lugo.
Los mismos jugadores que pusieron rumbo a los vestuarios fueron los mismos que comenzaron el segundo acto. Con los mismo 22 protagonistas sobre el césped el partido cambió de rumbo. Y lo hizo porque el Lugo se hizo con la posesión del balón y los hombres de Sandoval fueron incapaces de robar el esférico.
El primer movimiento en el banquillo del Sporting estaba cantando, Barrera salió para echar una mano a sus compañeros en el centro del campo. Aunque el equipo ganó en contundencia, siguió sin poder controlar el partido. Los gallegos tuvieron el balón pero fueron muy inocentes en sus ataques. Si Mallo apenas tuvo trabajo, Cuéllar fue un espectador más en El Molinón.
La victoria del Sporting la sentenció Stefan a falta de pocos minutos para el final, otro regalo de la defensa del Lugo lo supo aprovechar un hombre que necesitaba marcar tanto como la plantilla volver a ganar un encuentro.
Los tres puntos se quedaron en Gijón pero el equipo sigue sin convencer. Al término del choque se volvieron a escuchar silbidos de una afición que quiere divertirse cuando juega su equipo.