Con el ataúd cubierto con la bandera del Sporting, la familia de Alejo Caso y todos sus amigos dieron el último adiós al 'guardián de El Molinón', que dedicó gran parte de su vida a los colores rojiblancos. En sus 34 años como empleado fue testigo de la transformación del club, de sus éxitos y fracasos, conviviendo con un sinfín de personas que pasaron por la entidad gijonesa.
Muchos de ellos, así como los actuales cabezas visibles del Sporting arroparon a la familia de Alejo Caso, que este lunes en el tanatorio ya había recibido numerosas muestras de cariño procedentes del mundo de fútbol. Su figura, además de rojiblanca, será recordada por su gran vinculación con El Molinón. Este sábado el Sporting portará brazaletes negros en honor a su memoria.