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Un príncipe sin princesa

Redacción local

Stefan Scepovic sigue sin encontrar equipo. El Sporting le ha colgado el cartel de transferible, pero por el momento nadie ha preguntado por el delantero. El club ejecutó a principios de año la opción de compra por un millón de euros y, ahora la intención de los dirigentes es intentar hacer caja con su traspaso.
El jugador llegó a Gijón siendo un completo desconocido, la plantilla estaba en Segovia haciendo la pretemporada y Stefan fue presentado en Mareo antes de unirse al grupo en tierras segovianas. Su perfecto castellano, que sorprendió a más de uno, le ayudó para integrarse en un grupo que necesitaba goles tras la marcha de Bilic, Sangoy y Trejo.
La carta de presentación fue inmejorable, en el primer partido de liga anotó un gol soberbio que sirvió para que los tres puntos se quedaran en Gijón. Durante los primeros cinco encuentros no falló a su cita con el gol y entró en la historia del club como uno de los mejores debutantes con la camiseta rojiblanca. A medida que pasaron las semanas, Stefan se hizo más importante en el equipo y su buen juego llevó al consejo de administración a ejercerla opción de compra de un millón de euros por el futbolista.
En el mercado invernal, el Sporting llegó a rechazar algo más de 4 millones por Scepovic. Los dirigentes no quisieron escuchar ofertas ya que estaban convencidos de conseguir el ascenso. El final de temporada marcó el futuro del club, pero lo hizo para mal porque el equipo volverá a jugar por tercer año consecutivo en el infierno.
Tal y como está la situación, la entidad necesita vender, pero sólo el Deportivo se ha interesado por un rojiblanco. Canella se ha ido cedido al conjunto gallego y por el momento será el único ausente el próximo 17 de julio, que es cuando comienza la pretemporada.
El Sporting pide 5 millones de euros por Stefan, o por lo menos esa es la cifra de partida. Lo que nadie se esperaba es que no hubiese ninguna oferta encima de la mesa por un delantero que marcó 23 goles en Segunda División. La situación económica no es buena para nadie y de momento, el príncipe serbio sigue sin encontrar princesa.

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