Remontada histórica en El Molinón
Ver un partido del Sporting de Gijón es como sentarse en el sofá de casa y poner una película en la que no sabes qué va a pasar, pero intuyes que en al final los protagonistas siempre serán felices y comerán perdices.
Esta tarde a El Molinón llegó un equipo, como es el Lugo, con las ideas muy claras de juego. Su entrenador, Quique Setién siempre quiere que sus futbolistas jueguen el balón a ras de césped e intenten hacer buen fútbol para llegar con claridad al área rival. Durante la primera media hora, los gallegos fueron superiores al Sporting de Abelardo. El centro del campo rojiblanco no tuvo oportunidad de ponerle ritmo al partido porque el esférico y las llegadas al área rival eran del Lugo.
Cuéllar apenas pasó apuros en los minutos en los que el Sporting estuvo desaparecido en combate, pero el tanto visitante llegó tras un cabezazo de Aganzo que poco o nada pudo hacer el guardameta. Un centro desde la derecha fue desviado y el delantero del conjunto gallego aprovechó la circunstancia para poner el 0-1 en el marcador. A raíz del primer gol, los hombres de Abelardo despertaron y se hicieron dueños de los últimos minutos de la primera mitad.
Minutos antes de llegar al descanso, Jony consiguió igualar la contienda con una buena falta lateral en la que el balón se paseó por delante de todos y el portero del Lugo poco pudo hacer porque cuando se quiso dar cuenta el balón había botado en el área pequeña y ya estaba acariciando la red de su portería.
La segunda mitad poco tuvo que ver con el dominio inicial que tuvieron los hombres de Quique Setién. El Lugo se apagó porque el Sporting fue mejor en todos los aspectos. 'El Pitu' apostó por introducir a Cases y Pablo Pérez sobre el césped para darle un toque de aire fresco a un equipo que lo agradeció. Cases en el centro del campo y Pérez como referencia en ataque ayudaron a que los rojiblancos dieran un paso hacia adelante.
La tercera sustitución fue la entrada de Juan Muñiz por Carmona y, una vez más, el técnico gijonés volvió a dar en el clavo. Muñiz ejecutó un saque de esquina que cabeceó Pablo Pérez para remontar el partido ante el Lugo. Al igual que ocurrió en Albacete, Muñiz y Pérez fueron protagonistas para alegría de los más de 17.000 espectadores que presenciaron el encuentro.
El partido pudo terminar en tragedia ya que la última jugada terminó en gol del Lugo. El colegiado señaló falta en ataque cuando Iriome remató el centro de Manu. El balón terminó entrando en la portería de Cuéllar después de haber tocado el larguero, pero la jugada ya estaba invalidada.
Al final los tres puntos se quedaron en Gijón y los protagonistas de la película fueron felices y comieron perdices. Ya son 16 los partidos invictos esta temporada, un récord que supera a los 15 que tenía el Murcia en la división de plata.