Nadie se podría imaginar que el máximo goleador del Sporting de Gijón fuera un hombre como Pablo Pérez. No porque el jugador no tenga la calidad suficiente, que la tiene, sino porque era una incógnita cómo podría responder sobre el terreno de juego un hombre sin experiencia en Segunda División.
El caso de Pablo Pérez es el mismo que el de Dani Ndi y Carlos Castro. Los tres son nuevos en la categoría y tanto Abelardo como el resto del sportinguismo no sabía cuál iba a ser el rendimiento de los rojiblancos en una competición tan exigente como la división de plata del fútbol español. Lo mismo ocurre con Jony, pero el extremo ya dejó claro la temporada pasada que está un peldaño por encima del resto.
Volviendo a Pablo Pérez, su personalidad se define perfectamente con una sola palabra, humildad. El mediapunta pasa casi desapercibido porque da la sensación de que nunca ha roto un plato y sus compañeros siempre tienen buenas palabras para el espigado futbolista del Sporting de Gijón.
El pasado domingo volvió a reencontrarse con el gol después de una gran jugada del equipo de Abelardo. El balón terminó en las botas de Isma López que no dudó en poner un preciso centro al área, Pablo Pérez llegó en carrera y remató el esférico para cerrar la goleada ante el Numancia. "Como siempre digo es un dato anecdótico que no hay que darle mucha importancia. Estoy muy contento por los goles, pero lo importante es que alguien los meta. Da igual quién los meta", comentó.
El rojiblanco sigue acordándose de la ocasión que erró en el encuentro ante el Betis que pudo significar el empate del Sporting. "El gol contra el Betis, ahí tuve la oportunidad de cambiar el partido, lo del otro día fue el tercero, no tiene tanta relevancia", aseguó Pablo Pérez. En realidad si la tiene porque es el séptimo tanto del canterano, por lo que sigue siendo el máximo goleador del equipo, algo que sigue ayudando al centrocampista a crecer como futbolista.
Además, Pérez desveló que está batiendo récords como goleador: "Este año es el récord. Nunca fue mi fuerte los remates de cabeza, estoy sorprendido por llevar cuatro tantos de cabeza. De pequeño me gustaba más, pero con el paso del tiempo perdí la práctica".
El pichichi del equipo revelación de la temporada sigue a lo suyo, restando importancia a sus acciones sobre el terreno de juego y pensando en el resto de sus compañeros. Quizás por hombres como Pablo Pérez, el vestuario del Sporting de Gijón es algo más que un vestuario, es una gran familia.