¿Quién dijo miedo? El Sporting de Gijón sigue aguantando los ataques que se están produciendo constantemente en el grupo de los favoritos. Los mejores se han quedado solos y no van a esperar a nadie, es más, lo que quieren es volver a realizar una criba para que el segundo puesto sea peleado por unos pocos. Entre tantos ataques se encuentra el equipo de Abelardo, que en Lugo ha demostrado que está preparado para todo.
La plantilla del Sporting de Gijón confía en sus posibilidades y sobre todo, los jugadores confían en cada uno de los miembros que forman el primer equipo rojiblanco. Da igual que juegue Jony, que lo haga Fraile o que Lora se lesione a última hora porque cada uno de los jugadores dan la cara ya sea en Lugo, en Pamplona o en El Molinón.
La película transcurrió tal y como había escrito Abelardo Fernández en su guión salvo los últimos minutos en los que el Lugo consiguió recortar distancias y encerró a los asturianos en su área. El Sporting de Gijón fue superior a su rival y los goles, de Guerrero por partida doble, llegaron en la primera mitad tras dos buenas jugadas.
Jony dejó su sello en el Ángel Carro con una de sus internadas por la banda derecha, el extremo llegó a la linea de fondo y asistió a Guerrero para que el delantero solo tuviera que empujar el balón. El segundo tanto de los rojiblancos fue muy similar, Bernardo cabeceó el esférico para asistir de nuevo a Miguel Ángel Guerrero, el delantero volvió a marcar para alegría de los más de 3.000 sportinguistas que acudieron a tierras gallegas para presenciar la victoria del Sporting de Gijón.
No es un campo fácil el del Lugo porque los gallegos sumaban siete jornadas consecutiva sin perder, pero tuvieron que llegar 'los guajes' para terminar con la racha positiva, y eso que la victoria del Girona metió más presión si cabe.
A estas alturas de la temporada no se puede fallar, los últimos kilómetros de la etapa reina terminan en alto y la dureza se hace notar en cada jornada, pero para los hombres del Sporting de Gijón no hay fatiga ni pesadilla que estropee el sueño del ascenso. Todos suman, los reservas, los no convocados, los titulares y una afición que, si en los peores momentos no dejó de lado a su equipo del alma, ahora apoyará con más fuerza que nunca a sus futbolistas.