Hermandad total entre las aficiones del Betis y del Sporting de Gijón. Era la nota que predominaba en la previa de un encuentro donde los de 'El Pitu' tirarían de casta y orgulloso para lograr lo que parecía imposible. Pero los sportinguistas consiguieron un merecido ascenso a Primera División. Un ascenso que se produjo en un escenario, el Benito Villamarín, que tan sólo dos semanas antes había visto cómo su equipo también regresaba a la élite del balompié.
El estadio Benito Villamarín también vivió y se sintió parte de la fiesta sportinguista por el ascenso a Primera División. Fueron segundos los que separaron el pitido final de Lesma López en Sevilla y el gol del Lugo en Montilivi. Pablo Caballero dio la alegría y con ella, el ascenso a los rojiblancos. El estallido de júbilo sobre el césped del estadio del Betis no sólo vino desde la grada visitante, pues los propios aficionados verdiblancos también se contagiaron de la felicidad asturiana y volvieron a celebrar un ascenso.
No ha sido el único ascenso que ha celebrado el Benito Villamarín durante esta temporada, ya que hace dos semanas el estadio verdiblanco vio cómo su equipo regresaba a la élite del fútbol tras vencer al Alcorcón por 3-0. El conjunto que entrena Pepe Mel logró el objetivo de la temporada dos jornadas antes de que finalizara la competición.
Este domingo, los seguidores béticos volvieron a disfrutar de otro ascenso, aunque lógicamente no de la misma forma. El descontento general de la afición verdiblanca con sus jugadores por la ppobre imagen que ofrecieron se alivió con la alegría de Abelardo y los suyos al conocer que era el equipo que acompañaría al Betis hacia Primera División de manera directa.