El balón llegó desde la banda derecha y Toni Sabraria se adelantó a Sergio Ramos para cabecear a la misma escuadra. El esférico se estrelló en el larguero y el balón votó rozando la línea de gol. Medio estadio cantó el tanto rojiblanco, pero el colegiado dejó seguir el juego.
Hasta tres y cuatro veces hay que ver la repetición para atisbar que el esférico no sobrepasó la línea por completo. La mayor parte del balón parece quedar dentro de la portería blanca, aunque tal y como dice el reglamento, si la pelota no cruza en su totalidad la línea de gol no hay motivo para celebraciones.
El del paraguayo fue el único disparo entre los tres palos de los rojiblancos en la primera mitad y cerca estuvo de significar el primer gol del choque.