La penúltima sesión de la semana para el Sporting de Gijón estuvo marcada por la estrategia. Abelardo se llevó al equipo al campo número uno de Mareo para ensayar las jugadas a balón parado.
Un mínimo detalle puede terminar desequilibrando la balanza, por eso las jugadas de estrategia adquieren mayor importancia. Saques de esquina, faltas escoradas o alejadas del área y los saques de banda de Luis Hernández están estudiados al milímetro para intentar dañar al rival. Un viernes más el cuerpo técnico trabaja para enseñar a sus pupilos jugadas para sorprender, en este caso, al Deportivo de La Coruña.