Sanabria no descarta continuar en el Sporting

Tonny Sanabria es, junto a Alen Halilovic, el fichaje más ilusionante de los que han llegado este verano a las filas del Sporting de Gijón. El paraguayo ha entrado con el pie derecho y la afición ya le idolatra gracias a sus goles y las sensaciones que despierta en ataque.

El futbolista, cedido por la Roma, se siente “muy contento” en sus primeros pasos en Gijón. “Hemos conseguido un número de puntos que seguro que hubiéramos firmado al principio. Las cosas van bien. Estoy a gusto en la ciudad y pasando por un momento muy lindo en mi carrera. Es el primer año que estoy jugando todo con un equipo y me puedo mostrar”, indicó en una entrevista que ha concedido a El Comercio, en la que analiza distintos aspectos de la actualidad del Sporting y de su adaptación y asegura que no estaba obsesionado con marcar, pues “sabía que el gol llegaría”.
La juventud del equipo. “Somos muy jóvenes, pero intentamos jugar. Da gusto vernos jugar. No lo aprecio tanto desde dentro, pero la gente que lo ve desde fuera me dice que hacemos un fútbol bonito”.
¿Es posible su continuidad? “Me gustaría. Está claro. Nunca he ocultado que estoy bien aquí, muy feliz. No me importaría quedarme en el Sporting porque estoy bien y teniendo minutos. No descarto nada, pero eso tiene que verse al final de la temporada y valorar con mi representante, con la Roma y con el club”.
David Villa, un ejemplo. “Me fijaba mucho por su estilo de juego. Me gusta mucho y me sigue gustando. Pero como ídolos le diría Roque Santa Cruz, Nelson Haedo Valdez y Salvador Cabañas, que ya está retirado. También Ronaldo Nazario”.
El primer contacto con el Sporting. “Todo pasó cuando fui con la Roma al Joan Gamper. Yo conocía a Joan Barbará, del cuerpo técnico de Luis Enrique, que me dijeron que era muy amigo del 'Pitu'. Al día siguiente me llamó Abelardo para decirme que estaría encantado si viniera a Mareo. Quería contar conmigo. Le dije que sí, que me venía. Y estoy muy feliz. La afición es increíble. El día que fuimos a Riazor... ¡Parecía Gijón!”.