A principio de semana comenzó un gran problema entre el Celta de Vigo y el Sporting de Gijón respecto a la venta de entradas para los aficionados asturianos en el estadio de Balaídos. Después de varios cruces de comunicados y de una gran falta de acuerdo lo único que ha cambiado es que la directiva sportinguista no va a ir a tierras gallegas, pero que los cerca de 1.000 aficionados que tenían previsto y organizado el viaje sí que lo van a hacer.
Varias peñas y aficionados rojiblancos tenían el hotel reservado desde hace semanas y no están dispuestos a cambiar sus planes. Todos viajan con la idea de adquirir esas cuatro entradas por persona que se venden en las taquillas del feudo celeste, aunque si no la consiguen, animaran a su equipo a la llegada al campo y después verán el partido en un bar.
El Celta vende cerca de 2.000 localidades y hay certezas de que muchas de ellas se la están vendiendo a seguidores gijoneses. Al intentar adquirirla piden el DNI, pero a pesar de que aparezca que son de Gijón, no tienen problemas en vendérselas. En las taquillas no les han comunicado nada de que no puedan entrar al estadio con la camiseta del Sporting, aunque se supone que si intentan hacerlo, le van a denegar la entrada.
Visto lo visto, el equipo de Abelardo Fernández no va a estar solo el sábado en Balaídos. Da igual en la zona en la que puedan ubicarse y lo espaciados y repartidos que estén, lo único importante es que van a estar ahí, haciendo todo lo posible para animar a sus futbolistas.