El Sporting necesita fichar, como mínimo, a un defensa en este mes de enero. Con la lesión de Bernardo la urgencia para el centro de la zaga es aún mayor, aunque Abelardo también ha insistido en la contratación de un lateral derecho.
La baja de larga duración de Bernardo ha agravado aún más los desequilibrios de la plantilla rojiblanca, prácticamente despoblada en su línea defensiva. En estos momentos, el técnico sólo cuenta con dos centrales específicos como Luis Hernández y Jorge Meré, este último de sólo 18 años. También dispone de Guitián, que renovó el verano pasado para cubrir la escasez de efectivos en la retaguardia.
La sanción para fichar y las elecciones de los tres últimos fichajes que llegaron a Gijón explican este vacío, que se hace insostenible para garantizar la competitividad de cara al objetivo de la permanencia. Precisamente Bernardo, operado este martes de su grave lesión, fue el último defensa que fichó el conjunto gijonés. De eso hace ya 2 años, 6 meses y 15 días. Se anunció el 26 de junio de 2013.
Sergio Fernández fue el penúltimo. En su caso en la primera temporada en Segunda tras el descenso, en la que también llegó Bernardo en calidad de cedido. Un año después firmó su contrato actual con el Sporting. Desde entonces la dirección deportiva ha firmado a nueve jugadores, ninguno de ellos defensa, en las temporadas 2013-14 y 2015-16. Entre medias, la campaña del ascenso, el club no pudo acudir al Mercado por una sanción de la Liga por impagos a Hacienda. Sí lo pudo hacer pero con severas limitaciones en su regreso a Primera, esta vez como consecuencia de una deuda con los jugadores.
Durante este tiempo el Sporting ha compensado el defecto, en medida de lo posible, con la promoción de canteranos. También con un ingenio sorprendentemente positivo, como el caso de la reconversión de Isma López al lateral izquierdo.