"Los datos son muy buenos", decía Paco Herrera al término del partido contra el Real Oviedo. Y no le falta razón. El Sporting de Gijón sigue invicto y su balance de goles es muy favorable (+6). Sin embargo, Diego Mariño fue batido por primera vez y el equipo ha perdido el liderato. "Ahora no me preocupa la clasificación", apuntó el entrenador rojiblanco.
Más de 300 minutos sin encajar un gol. Eso indica, sin duda alguna, la fiabilidad de un equipo y su portero. En ese sentido, Mariño volvió a brillar en la portería gijonesa. Y la defensa mostró su solidez. Cedió un gol pero apenas ocasiones.
Quizá lo más débil fue el ataque del Sporting, sin la pegada que mostró en las dos últimas jornadas. Stefan Scepovic no tuvo ocasiones, tampoco Rubén García aunque Santos sí que rozó el gol. El uruguayo fue el mejor de los atacantes.