El frenazo en la marcha del Sporting de Gijón, con una sola victoria en los últimos seis partidos, está dejando al equipo de Paco Herrera sin las señas de identidad que le habían situado en la zona alta de la clasificación, los rojiblancos se están quedando sin las virtudes que demostraron al inicio del curso.
Durante los primeros meses de competición, el equipo asturiano, basó gran parte de su rendimiento en tres pilares que esta última racha de fútbol y resultados se están encargando de demoler.
La solidez defensiva estaba destacando como una de las claves del buen hacer rojiblanco, el equipo mostraba un adecuado funcionamiento de la parcela defensiva, lo que le mantuvo durante muchas jornadas como un conjunto muy complicado de batir. En los últimos seis partidos solo ha conseguido dejar su meta a cero en una ocasión y Huesca, Osasuna y Cádiz ya han encajado menos tantos que los rojiblancos.
La eficacia del ataque era otra de las virtudes de los gijoneses, no necesitaban crear apenas ocasiones para anotar. En el momento actual, las oportunidades para anotar han dejado de convertirse, los delanteros tienen la pólvora mojada y el equipo no demuestra tener un hombre de referencia en el apartado goleador al que encomendarse.
Finalmente, El Molinón, con sus 20.000 incondicionales. Arma de la que solamente disponen los hombre de Paco Herrera y que parece haber dejado de hacer el efecto deseado, el Cádiz consiguió asaltar el fortín rojiblanco, goleando y dejando la cuenta de los últimos partidos disputados en el municipal gijonés en un punto de seis posibles.