Desde hace unos días ya se sabía que Alberto Guitián era objetivo del Sporting de Gijón. Este miércoles, a falta de algunos minutos para el cierre del mercado invernal de fichajes, el club rojiblanco hizo oficial el regreso del cántabro, que llega cedido desde el Real Valladolid hasta final de temporada. Aunque el jugador es un viejo conocido del entorno gijonés, hacemos un repaso de sus logros más recientes.
Hablar de los inicios de la carrera del central es hacerlo de Racing de Santander, el equipo de su tierra. Natural de Los Corrales de Buelna, al futbolista le costó llegar hasta El Sadar y, pese a que aún tiene la espina clavada de no haber podido debutar en competición oficial con el primer equipo, el defensa central se muestra contento de su andadura en el Racing.
Diferentes aventuras en el equipo santanderino, con ascensos y descensos en su filial, terminaron en el año 2013. Una pérdida de categoría, por méritos propios pero, también, por el descenso del primer equipo, provocó su salida. Gijón le esperaba y lo hacía tras una llamada de Abelardo Fernández desde las instalaciones de Mareo. El 'Pitu' confiaba en el potencial del jugador para su proyecto con el filial rojiblanco en Segunda B.
Dos temporadas completas en el filial le hicieron dar el salto ahora hace tres años. Con el ascenso del equipo y la prohibición de fichar para el equipo asturiano, Abelardo confió en el futbolista para llegar a la élite. Tristemente, esa confianza no se correspondió en minutos. Apenas un partido liguero y la participación en la ronda copera ante el Real Betis fueron el bagaje del jugador en la máxima categoría. Con ella se terminaba su etapa de tres temporadas en Gijón. Llegaba el momento de buscar nuevos horizontes y hacerlo en Segunda.
El Real Zaragoza, preso de una reforma de su vestuario, llamó a su puerta en el mercado invernal de la 2015/2016. Le ofreció un contrato de seis meses y la opción de luchar por llegar a Primera. La propuesta era bonita y atractiva, pero el camino no iba a ser sencillo puesto que la presión era muy exigente y el triste final de la temporada, sin posibilidad de play off al perder (6-2) en Palamós ante una UE Llagostera ya descendida, obligaba a la salida del jugador, como a la de tantos otros compañeros.
El jugador, muy señalado tras ese partido, no se pensó en exceso su marcha. El borrón de la derrota pudo con un excelente bagaje de más de 1.500 minutos y de 17 partidos. Confirmado como un gran defensa central y olvidadas sus posibilidades como centrocampista, el cántabro firmó tres campañas por el Pucela, con el objetivo de adquirir galones en el José Zorrilla y vivir, de una vez por todas, una estabilidad en Primera a la que se llegaría con un ilusionante ascenso.
Pese a haber adquirido un gran protagonismo durante su primer curso vistiendo la elástica del Pucela, acumulando 2.788 minutos en 36 partidos de la campaña 2016/17, Guitián no ha gozado de la confianza de Luis César Sampedro y, durante esta temporada, tan sólo ha disputado 640 minutos en ocho partidos entre Liga y Copa del Rey. Por eso, el zaguero ha buscado una salida para no echar a perder este curso y ha acabado recalando de nuevo en las filas del Sporting de Gijón.
Con él, desde la dirección deportiva rojiblanca se espera reforzar la parcela defensiva del equipo dirigido por Rubén Baraja.