Enrique Castro ‘Quini’, uno de los grandes goleadores nacionales y gran mito del sportinguismo, acabó sus días pegado a su gran pasión, el Real Sporting de Gijón, club del que había sido embajador en los últimos años, cargo al que accedió tras 20 años como delegado del equipo. Un hecho que lo acabó relacionando con la Semana Santa de Sevilla, dejando en el camino una curiosa historia.
Precisamente, esta relación se encuadra en su etapa como cabeza de expedición del Sporting. Quini, con una personalidad abierta que encandilaba allí por dónde iba, también dejó huella en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
El otro protagonista de esta historia es Paco Reguera, capataz de cofradías desde hace cuatro décadas y que actualmente saca al Señor de la Redención en el Beso de Judas, al Cristo del Desamparo y Abandono del Cerro del Águila y a la Virgen del Patrocinio, del Cachorro.
Reguera también fue durante décadas taquillero del Sevilla FC y entre los rivales de su predilección estaba el club sportinguista, al que solía esperar cada año en la puerta número 1 cuando llegaban al coliseo nervionense.
La expedición asturiana la encabezaba Quini, que aprovechaba la circunstancia para repartir entre los trabajadores más antiguos de la entidad nervionense papeletas de lotería del Sporting, cuyos talonarios guardaba en el bolsillo de su chaqueta. Con ellos guardaba una relación especial, derrochando simpatía y bonhomía en los pocos minutos en los que coincidía con ellos cada año.