Baraja resta importancia a las actuaciones arbitrales

El Sporting de Gijón está a pocos pasos de alcanzar el sueño de volver a donde nunca se debió haber ido, ya que, a falta de cinco jornadas, continúa peleando por hacerse con una plaza de ascenso directo a Primera división. Sin embargo, no todo iba a ser un camino de rosas y diversos errores arbitrales que en el otro lado de la balanza están beneficiando a sus rivales directos, complican las aspiraciones rojiblancas. No obstante, el penalti concedido al Albacete este domingo que casi acaba en reparto de puntos, es dudoso.

El propio protagonista de la acción, Jony Rodríguez, reconoció en zona mixta tras el partido que "sí hay contacto", pero "muy leve", y que el futbolista del Albacete, Arroyo, al sentir este contacto se deja caer con más fuerza de la recibida y, por lo tanto, considera que la pena máxima es "muy rigurosa". Además, hubo una acción sobre Pablo Pérez en la que la plantilla rojiblanca pidió penalti pero Figueroa Vázquez no lo concedió.
Si bien es cierto que a los rivales la suerte sí les sonríe. El propio Huesca lograba este sábado una remontada de oro ante el Granada merced a una acción de Machís sobre David Ferreiro, que hace caer al futbolista del equipo oscense en el interior del área. Valdés Aller concedió penalti y Gonzalo Melero fue el encargado de transformarlo, firmando así el 2-1 que daría los tres puntos y el liderato -momentáneo- al cuadro aragonés.
Sin embargo, Rubén Baraja prefiere no opinar al respecto y le quita importancia a estos fallos que decantan los partidos. "No quiero darle valor a ese tipo de situaciones porque este mismo árbitro nos pitó un penalti a favor en Lugo", reconoció en sala de prensa tras el encuentro ante el Albacete. "No la puedo valorar porque ha sido una acción muy rápida, no he visto la acción. Tenemos que tratar de que los árbitros piten lo que vean", concedió Baraja.