Cuatro partidos llevaba el Sporting sin su goleador. Cuatro partidos con tres victorias y un empate. Sin embargo, el regreso más esperado coincidió con una derrota. Ni Michael Santos pudo cambiar la suerte de los rojiblancos ante el Zaragoza en La Romareda.
El dominio territorial y el acoso rojiblanco sobre la portería de Cristian pedían a gritos la entrada del delantero charrúa. A Santos, en cualquier caso, le resultaron insuficientes los poco más de 25 minutos de los que dispuso. Salió con el 2-1 en el marcador en busca de rematar la remontada.
Lo mereció el Sporting con independencia de su goleador. Al menos el encuentro sirvió para confirmar que el delantero uruguayo ya está completamente recuperado, a tiempo para volver a ser determinante en los últimos cuatro partidos. Baraja y los suyos le necesitan en la pugna con el Huesca y Rayo Vallecano.