El Sporting de Gijón ha dado su peor cara en el Heliodoro Rodríguez López. En un encuentro en el que los rojiblancos necesitaban imperiosamente la victoria, las prestaciones del equipo estuvieron muy por debajo de lo esperado. Los asturianos estuvieron especialmente desacertados en el terreno de juego y la reacción desde el banquillo se hizo esperar excesivamente.
Con el encuentro abierto, un rival sin nada juego y la obligación, sin posibilidad de errar, de sumar tres puntos decisivos, los rojiblancos dejaron escapar el tren del ascenso. El conjunto asturiano se vio incapaz de dominar el partido desde el comienzo y con el paso de los minutos tampoco pudo cambiar el panorama. Las dudas se ciernen sobre el acierto en las modificaciones introducidas por el 'Pipo' Baraja.
Con el empate en el marcador, el entrenador rojiblanco dio prioridad a la entrada de otro pivote, Hernán Santana, en la media punta, antes que a un hombre de clara vocación atacante. Con la necesidad de anotar para ganar, los escasos diez minutos de juego para Nano Mesa, en sustitución, además, del hombre gol del equipo, aumentan los interrogantes, sobre la capacidad del banquillo para encontrarle la vuelta a los partidos.