El trabajo de reestructuración que tendrá que acometer Miguel Torrecilla, director deportivo del Sporting de Gijón, durante este próximo verano será de grandes dimensiones. Cubrir con garantías las numerosas bajas producidas en la plantilla rojiblanca representa un importante reto para el encargado de la planificación deportiva. Una de las líneas sobre las que tendrá que hacer mayor hincapié el conjunto asturiano será la del ataque, donde únicamente tres hombres se mantienen con contrato en vigor.
Será un importante desafío. Tratar de dotar al equipo rojiblanco de suficiente poder anotador y de hombres con capacidad para generar fútbol ofensivo con los que afrontar con garantías el próximo curso. El regreso a sus clubes de procedencia de Michael Santos, Nano Mesa, Rubén García y Jony, más la despedida de Borja Viguera, ha provocado que la escuadra sportinguista únicamente cuente con tres hombres de ataque.
La línea de vanguardia del Sporting de Gijón se ha quedado en los huesos. De tal modo que, tanto Carlos Castro, único delantero específico, como Pablo Pérez y Carlos Carmona esperan compañeros con los que encarar una larga competición. Sin embargo, mientras el balear parece una pieza fundamental en el equipo de la próxima temporada, los canteranos podrían buscar una salida en busca de más minutos, lo que aumentaría las carencias y el trabajo de la dirección deportiva a la hora de engordar la nómina atacante de los rojiblancos.