Décimo aniversario de uno de los momentos más importantes de la historia reciente del Sporting de Gijón. El regreso a la élite del fútbol español tras un largo penar por la categoría de plata. El 15 de junio, en la memoria rojiblanca, está unido para siempre al ascenso capitaneado por el inolvidable Manolo Preciado.
El 15 de junio de 2008 el Sporting alcanzó la gloria después de haber estado 10 años en el infierno. De la mano de Manolo Preciado, el conjunto rojiblanco se coló entre los favoritos para lograr el ascenso. Los asturianos llegaban al cierre de la liga dependiendo de sí mismos para conseguir el billete a Primera División. El Molinón se vistió con sus mejores galas para recibir al Eibar, el resto es historia.
Mate Bilic, en la primera parte, y Luis Morán, tras el descanso, fueron los autores de los tantos que llevaron la locura a los corazones rojiblancos. Gijón se vestía con los colores de su equipo para celebrar el regreso entre los grandes.
El técnico cántabro había capitaneado con mano firme la nave hasta la Primera división. Llegaba a buen puerto un viaje que había durado diez años, dos meses y 23 días, por el infierno.
La fiesta en el césped, el vestuario, las calles de la ciudad, el Ayuntamiento fue de las que dejan huella. El Molinón le regalaba también el ascenso a 'El Brujo'. Hoy, 10 años después, permanece imborrable el recuerdo. Allí dónde estén Manolo Preciado y Quini, la alegría continúa.