El club gijonés realizó un cambio completo del césped de El Molinón el pasado verano tras 18 años de la última gran obra en el estadio en la que también se cambió el drenaje y el sistema de riego.
Sin embargo, el césped plantado en esta ocasión no arraigó como se preveía y a medida que fue transcurriendo la temporada el deterioro del mismo se fue haciendo evidente llegando a aparecer pequeñas calvas en algunas zonas del terreno de juego, ante lo que el club ha decidido actuar para solucionarlo antes del comienzo de la próxima liga.
La obra que hoy comenzó a llevarse a cabo no tiene la envergadura de la del pasado año, ya que no afectará ni al drenaje ni al sistema de riego, por lo que será de menor duración pero también conllevará la más que posible anulación del Villa de Gijón por segundo año consecutivo.
Paralelamente a la mejora del césped, el cuerpo técnico sigue trabajado para reforzar la plantilla, pero a menos dos semanas del comienzo de la pretemporada no se han producido ni salidas, más allá de los jugadores que finalizan contrato, ni llegadas, aunque es necesaria la incorporación de dos laterales derechos, un centrocampistas y tres hombres de ataque.
A ellos habrá que añadir varios más que cubran las bajas que se produzcan toda vez que no parece que los dos hombres que vuelven tras su cesión, Rachid y Babin, vayan a seguir en el equipo, y otros como Isma López, Carlos Castro y Pablo Pérez podrían buscar su salida o una cesión para tener más minutos de los que tuvieron la pasada temporada.