Sorprendió André Sousa, por partida doble. El autor del tanto del empate del Sporting de Gijón debutó de la mejor manera posible con la camiseta rojiblanca. Su ausencia del once inicial planteado por Rubén Baraja extrañó, su disparo en el último suspiro asombró. Desde Portugal con amor, pasando por el banquillo.
Con escasa media hora de juego sobre el césped de Santo Domingo, Sousa se ha ganado a la afición sportinguista. Durante la pretemporada ya había ido ganando adeptos. Su gol salvador en Alcorcón hace legión.
Su llegada al club en el presente mercado veraniego fue una incógnita más. Acaba de empezar la campaña y ya desprende un aroma de acierto de la dirección deportiva. De ahí la sorpresa al conocer su ausencia de la foto inicial. El 'Pipo' Baraja no había dado muestras durante la semana para pensar en que el portugués no sería de la partida.
El gol local obligó al técnico vallisoletano a buscar alternativas. Sousa saltó para activar al equipo. El portugués, tras unos primeros minutos de aclimatación, se echó el equipo a la espalda. Dominó el juego y de sus botas nacieron las mejores ocasiones en la recta final. Cuando todo parecía perdido, su disparo desde Portugal, con amor, rescató un punto con sabor a victoria.