En lo que el árbitro no influyó

El Sporting de Gijón obtuvo un empate frente al Numancia que le supo a poco. El vestuario y cuerpo técnico rojiblanco valoraron negativamente la actuación del colegiado. Trujillo Suárez, para buena parte de los protagonistas, fue clave para el resultado final.

Rubén Baraja y, sobre todo, Babin fueron los más contundentes a la hora de analizar la labor del árbitro. El entrenador pucelano calificó de “determinante” su trabajo durante el Sporting - Numancia. Babin, incluso, exigió más respeto y aseguró que a su equipo le habían quitado dos puntos.

En ese sentido, lo que quedó bien claro fue que el colegiado no estuvo acertado. Todo lo contrario. Se equivocó, y su asistente, en la acción del tanto del empate del Numancia. No apreció el claro fuera de juego de Fran Villalba al filo del descanso. Tampoco, minutos antes de la acción más polémica, un penalti de Canella sobre Yeboah.

A pesar de los errores más importantes, uno para cada bando, el Sporting se sintió muy perjudicado por Trujillo Suárez. El empate, la polémica y las protestas le desquiciaron. Se produjo un bloqueo en el equipo que se hizo evidente tras el descanso. Los de Baraja no aprovecharon los segundos 45 minutos para romper la igualada. Tan solo una acción de Lod y otro intento de Álvaro Jiménez ante Juan Carlos.

Sin embargo, la reflexión de los protagonistas rojiblancos se centró en el árbitro. Estuvo mal Trujillo Suárez, muy mal, como la incapacidad de reacción del Sporting y su incapacidad para generar ocasiones en la segunda parte.