El Sporting de Gijón se ha visto inmerso en un bache de resultados las tres últimas jornadas. Dos derrotas y un empate que colocan a los rojiblancos con las primeras urgencias de la temporada. Una mini crisis de rendimiento, que casualmente, ha coincidido con la desaparición de Santana del once titular. El efecto Hernán.
No tiene el brillo de los recién llegados, ni los afectos que atraen los canteranos. No es dado a levantar la voz, ni agita a las masas por las redes sociales. Su incorporación a mediados de la pasada campaña y un rendimiento discreto el último curso tampoco le sitúan entre los favoritos de la afición. Sin embargo, comenzó el presente curso en el once y los resultados acompañaban.
En el último tramo de competición ocupó plaza en el banquillo de Riazor, frente al Numancia en El Molinón y también ante Osasuna en Pamplona. El equipo no logró llevarse los tres puntos en ninguna de las citas. Entre medias, regresó a la foto inicial en Copa para ayudar a lograr el pase a la siguiente ronda.
Frente a Las Palmas, los rojiblancos tratarán de poner fin al efecto Hernán, si como parecen indicar los ensayos llevados a cabo durante la semana vuelve a ocupar plaza en el banquillo. Un partido en el que el centrocampista tendrá sensaciones encontradas. Tras toda una vida ligado al club canario, desde las categorías inferiores hasta el primer equipo, Santana les tendrá por vez primera como rivales.
"Es un partido muy especial para mí", reconocía durante la semana en una comparecencia ante los medios en la que también analizó su situación personal. "Me toca seguir trabajando y estando al cien por cien, y que sea el míster el que decida. A nadie le gusta salir del once titular, pero me toca trabajar y esperar", apuntaba.
Es un jugador de muy buena calidad y visión de juego, solo le hace falta unos cuantos partidos seguidos x algo fue elegido por la afición Canaria el mejor jugador del ascenso a 1 división de la unión deportiva las palmas