El Sporting vuelve a casa, junto a su parroquia, ante la que debe mostrar algo más que lo evidenciado hasta el momento. Los últimos resultados del equipo no han sido los mejores y por ello, un triunfo este sábado serviría de bálsamo ante lo ocurrido. Pero para ello, los rojiblancos deberán superar a uno de los gallitos de la categoría, la UD Las Palmas, un recién descendido que cuenta con un equipazo y con el férreo objetivo de retornar a Primera división.
Con esa premisa regresó a la categoría de plata el conjunto canario. Tras tres temporadas en la élite, el equipo no cuajó un buen curso el pasado año y descendió. Pero el trabajo estival comienza a dar sus frutos en la isla. Se produjeron varias llegadas importantes al equipo, entre las que destaca la de Rubén Castro, cuyo rendimiento en el apartado goleador está siendo de sobresaliente en este inicio.
Este quizá sea el mayor peligro de Las Palmas, además del bloque homogéneo que conforma esta plantilla dirigida por Manolo Jiménez, que de momento campea en el segundo lugar de la tabla con 14 puntos.
Sería líder de Segunda si no fuera por el arrollador inicio de otro recién descendido, el Málaga, que se instaló en lo más alto con cinco triunfos consecutivos, aunque sucumbió en el Estadio de Gran Canaria por la mínima, dando buena prueba de la dificultad del cuadro amarillo.
Junto al Albacete, Las Palmas es el otro equipo que aún no conoce la derrota, con cuatro victorias y dos empates. Comenzó el año venciendo en casa al Reus y empatando ante el destapado Albacete. Otro empate importante en Zaragoza y una arrolladora victoria de nuevo en Gran Canaria ante el Nàstic le permitieron ampliar la racha. El Extremadura y el Málaga ha sido sus dos últimas víctimas para acumular tres triunfos seguidos.
Llega un rival temido, férreo en todas sus líneas y con el objetivo claro. Sin duda, una ocasión pintiparada para que el Sporting sume una victoria que devuelva la ilusión a los suyos.