El empate del Sporting de Gijón ante el Reus hizo saltar la espoleta. La afición presente en el estadio de El Molinón estalló. Los seguidores mostraron su malestar con las prestaciones del conjunto rojblanco entre cánticos, gritos y pancartas en las afueras del estadio. Con las responsabilidades repartidas y las miras de los seguidores centradas en el banquillo y en el palco.
Se barruntaba tormenta. Y al final del encuentro llegaron los truenos, rayos y centellas. Los gritos de, "Pipo vete ya", "Fernández vete ya" y "Directiva dimisión" atronaron en el municipal gijonés. Antes del tanto, calma tensa, después del gol de Linares y con el equipo por debajo en el marcador, la afición sportinguista ya no se contuvo.
La irregularidad del equipo, la pésima actuación en el Metropolitano y la imagen de incapacidad para desarbolar al Reus, fueron argumentos de sobra para que los seguidores rojiblancos estallaran. El caldo de cultivo estaba presente y solamente necesitaba una pequeña chispa para producirse la reacción.
Los últimos minutos del duelo ante el Reus transcurrieron con el equipo buscando el empate sobre el césped y la grada buscando culpables en banquillo y palco. Sin un reproche para los futbolistas. Ni el penalti en el tiempo de descuento sirvió para aplacar el ambiente. Varón Aceitón señalaba los once metros y la afición hacia lo propio con la zona noble de 'la tribunona'.
Las pancartas en las afueras del estadio, al finalizar el encuentro, sumaron un nuevo elemento de presión a la situación. Rubén Baraja se encontró con mensajes directos cuando abandonaba las instalaciones rojiblancas.
Se agotó la paciencia en la grada. La afición rojiblanca tiene claros los responsables de la situación en la que se encuentra su equipo. Rubén Baraja, incapaz de dar con la tecla que haga funcionar sobre el verde al equipo y la directiva incapaz de poner fin al sesteo de la entidad.
esto ya se sabia desde la 1jornada, directiva culpable de todo, y mientras este personaje dirija el club, no hay SOLUCION.