Sergio Álvarez volverá a jugar en El Molinón. Lo hará en los próximos días, a finales de octubre o el primero de noviembre, en la ida de los dieciseisavos de la Copa del Rey entre el Sporting y Éibar. La vuelta se disputará en la primera semana de diciembre en Ipurua.
Para Sergio, y los que quedan de los que fueron sus compañeros, será un partido muy especial. El avilesino se despidió entre lágrimas del conjunto rojiblanco, y apenas dos meses después de su salida volverá a reencontrase con la que fue su afición. Esta temporada ya estuvo en el municipal gijonés, como espectador presenciando un encuentro de la Liga 1|2|3. Incluso estuvo en el vestuario gijonés al término del partido.
El mediocentro no está siendo imprescindible en las filas del Éibar. En cualquier caso, sí que ha tenido minutos y titularidades. Hasta cuatro encuentros ha formado parte de la alineación inicial, en la que también querrá estar en la ida ante el Sporting en El Molinón.
Los últimos encuentros ante el Éibar no son de buen recuerdo para el conjunto gijonés. En la campaña 16-17 quedó eliminado por el equipo vasco en la Copa del Rey. Y ese mismo curso, a pesar de ganar, certificó su descenso a la Liga 1|2|3 en Ipurua.
De todos modos, la entidad asturiana tiene la esperanza de dar la sorpresa ante el equipo entrenado por Mendilibar y avanzar a los octavos de final. De momento, ha igualado su mejor registro desde la campaña 2012-13 con José Ramón Sandoval en el banquillo.