Un cuarto de Blackman

Las estadísticas del Sporting de Gijón en las diez primeras jornadas de competición evidencian su falta de poder anotador. Con las miradas puestas sobre los arietes rojiblancos, incapaces de encontrar el camino hacia el gol, Nick Blackman se mantiene como una incógnita pendiente de desvelar. El atacante británico, acosado por los problemas físicos, se ha perdido tres cuartas partes de los encuentros disputados por el conjunto de Rubén Baraja.

Llegado como una de las apuestas del pasado mercado veraniego, el fútbol de Blackman continúa siendo un enigma. Tras un periodo estival atípico para el ariete, con su futuro pendiente de concretar, fue presentado en Mareo como futbolista rojiblanco el pasado 15 de agosto. Desde entonces, las lesiones le están impidiendo mostrar las cualidades que llevaron a su contratación.

Blackman llegó a Gijón con una pequeña rotura de sóleo que le impidió realizar el último tramo de la pretemporada con sus compañeros. Desde entonces sus ausencias superan con creces a sus presencias. La lesión con la que llegó al club rojiblanco le obligó a perderse las seis primeras jornadas de LaLiga 1|2|3.

Su estreno en una convocatoria, en la séptima jornada frente al Osasuna, parecía poner fin a su estancia en la enfermería. El debut del británico en El Sadar, donde disputó 15 minutos de juego, elevó las expectativas. Rubén Baraja ganaba una nueva baza para el ataque. El técnico pucelano fue aumentando la participación del británico en las siguientes citas. Blackman sumó 23 minutos frente a Las Palmas y 25 ante el Rayo Majadahonda.

Sin embargo, cuando parecía que iba cogiendo ritmo competitivo y sería una de las soluciones a la falta de gol, llegó un nuevo frenazo. Unas molestias en su rodilla derecha, tras el partido en el Metropolitano le volvieron a sacar del verde. El contador de minutos sigue estancado en 63. De los doce encuentros entre Liga y Copa, su participación se ha visto reducida a únicamente a tres partidos. Un cuarto de Blackman.