El Sporting de Gijón ya ha llegado a casa con la incógnita sobre el futuro del entrenador, Rubén Baraja, sin resolver. La expedición del conjunto rojiblanco arribaba al estadio de El Molinón - Enrique Castro Quini, tras su derrota por dos goles a uno ante el Almería, envuelta en las dudas sobre el futuro del cuerpo técnico.
La dinámica de resultados adversos ha dejado a Rubén Baraja en una situación de extrema fragilidad. Mientras tanto, el Consejo y la dirección deportiva del club no se han pronunciado acerca de la continuidad del entrenador pucelano. El 'Pipo' afronta horas decisivas para conocer si su etapa al frente del banquillo sportinguista llega a su fin, o aún tiene una oportunidad más para reflotar una nave que cada vez se aleja más de sus objetivos.
La losa de los resultados ha dejado a Rubén Baraja sin margen de error y el duro calendario que tienen que afrontar los rojiblancos no ayuda. Los tres próximos compromisos en LaLiga 1|2|3, ante los dos primeros clasificados -Málaga y Granada-, además del duelo regional frente al Real Oviedo en el Carlos Tartiere, elevan la exigencia.
El triste inicio de campaña del conjunto asturiano amenaza con dinamitar el segundo proyecto de Miguel Torrecilla al frente de la dirección deportiva. La gestión del salmantino y su equipo es una de las causas de los descontentos de la afición del Sporting, y es que las apuestas arriesgadas llevadas a cabo en verano no están saliendo de la manera prevista.
Mientras tanto la plantilla rojiblanca no tiene prevista la vuelta a los entrenamientos hasta el próximo miércoles en sesión matinal. La jornada del martes será de reflexión y descanso para un equipo sumido en una crisis de resultados que se asemeja a la vivida el pasado curso con Paco Herrera en el banquillo.