Cientos de aficionados del Sporting de Gijón han madrugado esta mañana para asegurarse una de las 1.200 entradas que el club ha puesto a la venta. Incluso, decenas de seguidores pasaron la noche junto a las taquillas de El Molinón-Enrique Castro Quini.
Los resultados no han restado la ilusión por el duelo de máxima rivalidad asturiana. La afición del Sporting agotará todas las entradas disponibles para la hinchada visitante, que deberá asumir las extraordinarias normas de seguridad. Cada aficionado con derecho a acceso al Carlos Tartiere deberá personarse en el aparcamiento de El Molinón cuatro horas y media antes del partido.
El primero en retirar los justificantes de entradas ha sido José Antonio. Un seguidor fiel y entregado a su equipo de cara al derbi asturiano. A él y tampoco al resto de seguidores que han hecho las colas les ha influido la situación deportiva del conjunto gijonés.