El Sporting de Gijón se mantiene invicto desde la llegada de José Alberto López al banquillo y dan continuidad a la evolución positiva en su idea de juego. El duelo frente al Elche ha servido para que el conjunto rojiblanco de un paso más, en este caso en el balance defensivo. Un equipo valiente pero también seguro. Seis encuentros después, el pitido final del partido llegó con el cero en la portería defendida por Mariño.
Con una clara vocación ofensiva afronta sus encuentros este nuevo Sporting de José Alberto. El técnico asturiano se aleja de la especulación desde el plan de
partida. La necesidad de añadir unidades en la tabla clasificatoria obliga. Sin embargo, el primer paso para sumar también pasa por no recibir. Frente al Elche, la línea de retaguardia y el meta rojiblanco lograron el '0'.
Seis partidos, entre Liga y Copa, sin echar el cerrojo a la portería eran muchos para los rojiblancos. La etapa final del 'Pipo' y el inicio del ciclo José Alberto sólo tenían en común ese aspecto. La realidad reflejaba que al equipo le llegaban pocas veces, pero encajaba gol, pero este domingo frente al Elche, con Mariño bajo los palos, volvió a dejarse la portería a cero. Primera ocasión desde el duelo del torneo del KO ante el Éibar en El Molinón disputado el 1 de noviembre.
Un Mariño inconmensurable. El gallego sigue dando puntos al equipo. Hasta tres intervenciones decisivas para salvar el trabajado punto. Al final del primer
periodo en una envenenada falta directa, en un mano a mano ante Benja que llevaba destino de besar las mallas y en el rechace del penalti, que evitaba una
derrota que no habría hecho justicia al buen trabajo del equipo. Un portero de Primera.
Esta temporada el conjunto rojiblanco lleva 15 goles encajados en LaLiga 1|2|3. Únicamente cinco equipos, todos ellos en puestos de ascenso o promoción,
han recibido menos tantos que los gijoneses. El balance se vuelve negativo en comparación con los números de anotaciones a favor, los 17 goles les sitúan como el quinto con menos acierto de cara al arco contrario. Un claro handicap a tratar de revertir desde la próxima cita.