El Sporting de Gijón empató sin goles ante el Lugo en el Anxo Carro, en un partido en el que fue mejor en la primera parte y sufrió en la segunda. Los palos, en cualquier caso, evitaron el triunfo de los rojiblancos.
Con dos delanteros, la misma alineación salvo Traver por el lesionada Lod. Esta fue la apuesta de José Alberto López, cuyo equipo saltó al terreno de juego con la firme intención de brindar una victoria a los cerca de 2.000 seguidores rojiblancos que se desplazaron a Lugo.
El Sporting tuvo una ocasión clarísima nada más empezar, en el minuto 2, cuando Babin envió el balón de un cabezazo al palo. Respondieron los locales con un disparo lejano de Juan Muñiz, lo único en ataque del Lugo en la primera parte. El Sporting sí acumuló más ocasiones, sobre todo una de Djurdjevic y otra de Peybernes. Al serbio se le fue desviado su tiro y la de de Peybernes se la encontró Juan Carlos. Los rojiblanco, sin un gran juego, terminaron la primera parte siendo claramente superiores.
Tras el paso por los vestuarios, en la reanudación, el Sporting se llevó un par de sustos serios. La tuvo Herrera para el Lugo en el 47', salvó Mariño acto seguido en el mano a mano ante Escriche e incluso Iriome no llegó por milímetros a un buen centro de Juan Muñiz. Todo ello en los cuatro primeros minutos de la segunda parte. Un arreón que pudo ser definitivo.
Sin embargo, con el paso de los minutos, el conjunto gijonés fue recuperando su sitio. Otra vez el palo, con la colaboración de Juan Carlos, evitó el primero. Fantástico Carmona en el lanzamiento de falta y soberbia la respuesta del meta local. En la jugada, los rojiblancos se quejaron de una mano en el área. Después entró Pablo Pérez por Blackman, decepcionante esta mañana en Lugo, y ya en el 79' Álvaro Jiménez por Traver y Cofie por el lesionado Salvador, el mejor de los rojiblancos.
Con ellos, con los cambios, tampoco pudo el Sporting batir a Juan Carlos. En realidad no fue buena la segunda parte del Sporting, que al menos se fue con un punto y aumentando su racha de partidos consecutivos sin perder. Ya van cinco.