Castigados a balón parado. Los rivales del Sporting de Gijón está encontrando un filón para sus intereses en los lanzamientos desde la esquina. Los rojiblancos han dado un paso atrás en su habitual fortaleza defensiva como locales. Las tres derrotas, de los últimos cuatro duelos en El Molinón, tienen un denominador común, un lanzamiento desde el córner propiciaba alguno de los goles encajados por los pupilos de José Alberto López.
Ante Osasuna se repetía la historia. La ausencia de Babin, pieza fundamental en la zaga, no es excusa suficiente para explicar la fragilidad en la retaguardia. El central internacional por Martinica sí formaba parte del equipo en las anteriores derrotas como locales de los rojiblancos.
El agujero a la hora de defender el balón parado en la defensa rojiblanca se abría frente al Real Zaragoza. Los de Víctor Fernández lograban igualar la contienda en El Molinón tras un centro medido de Javi Ros, posterior a un saque en corto de un córner. El central Álex Muñoz, al elevarse más que nadie en el área sportinguista, de cabeza enviaba al fondo de la meta de Diego Mariño.
Frente al Deportivo se repetían circunstancias. Álex Bergantiños en jugada de estrategia adelantaba a los visitantes en El Molinón. Fede Cartabia sacaba un córner desde el perfil diestro; Edu Expósito prolongaba en el primer palo; y el propio exrojiblanco empujaba a placer con la testa hasta el fondo de la portería.
La cita ante Osasuna confirmaba la peligrosa costumbre. El cuadro rojillo se adelantaba tras el saque de un córner. Prolongación de Rubén García, que sorprende a la defensa rojiblanca, y remate forzado de Oier Sanjurjo que lleva el balón al fondo de la red de Mariño.
La debilidad a la hora defender las jugadas de estrategia de los rivales, se está viendo agravada por la inoperancia en el área contraria. Sin acierto de lanzadores y rematadores rojiblancos, la balanza del balón parado se inclina peligrosamente en contra de los sportinguistas.